Hoy al despertar noté tu ausencia, sentí que me faltaba el aire que me das con solo verte, al sentir que estás hay cerca y que puedo contemplarte con tan sólo abrir los ojos. Te has ido y no volverás, ahora regalas los besos que no me diste a otros labios, a otra boca y te acuestas en mil camas distintas para intentar arrancar de tu piel mi aroma con tu sudor.
Pero no me duele el vacío que has dejado en mi vida, en mi razón, me duele el saber que me diste las llaves del cielo y ahora me destierras a lo más recóndito de tu olvido. No sé que hice mal y aún así te pido mil veces perdón, quítame el alma, arráncame la vida y destrózala como destrozaste mis sueños. De que me sirve si te llevaste el timón y ahora vago sin rumbo.
Me has convertido en el último juguete de la parca, en la sombra de aquel que fui. Ahora no soy más que el pobre que vive de las migajas que me quieras dar, que me quieras ofrecer. Necesito tan poco y no me das nada, me sobra con una sonrisa, con una caricia. Pero en vez de eso me arañas el alma, te burlas de mi y te tengo que ver con tu última conquista pasearte delante de mi.
Qué mal hizo mi ser torturado para merecer el regalo que me das, el desprecio y la indiferencia, te amo con todo mi ser, con todo mi corazón que ahora es tuyo. Pero ¿me amaste alguna vez? O sólo fui el pasatiempo de moda que tras quedar obsoleto no sirve de nada, me agotaste las fuerzas para ahora no poder luchar, no poder salir corriendo detrás de ti y pedirte tan solo un pizca de compasión, de la pasión desmesurada que ahora usas en otros brazos. Y lo malo de todo es que estoy dispuesto a olvidar todo el daño que nos hicimos, todo lo que ha pasado para tenerte tan sólo un segundo, para entregarte lo que queda de mi dignidad en un último beso, en un último intento de rebajarme a lo que quieras que sea y no perderte para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario