Vivo, siento y amo:
Cada día que pasa me doy más cuenta de que vivo en realidad, que no estoy soñando y que no voy a despertar. Que ahora la luz del día es real y que ilumina mis pasos. Quizás sea ahora cuando estoy aprendiendo a comprender que en verdad se puede ser feliz y tener todo lo que se espera en la vida. No me refiero a cosas materiales ya que eso no es importante, lo material perece, se estropea y sólo nos hace esclavos y dependientes de ellas.
El amor, los ratos vividos, los sentimientos son los que realmente importan, ver que cada momento cuenta para la nota final del examen del amor, del juicio de la vida. Y de momento no pienso suspender ese examen, no perderé ese juicio ya que tengo el mejor alegato que se pueda tener para dejar al jurado de ángeles celestiales sin argumentos para no dejarme entrar en el cielo. Y este no es otro que ahora gracias a ti vivo, siento y amo y eso es lo que me da las fuerzas necesarias para desprenderme de la coraza que me envolvía y dejar libre el camino hacia mi corazón, hacia lo más profundo de mi.
Quizás la gente no le de importancia a esas cosas que realmente son las que cuentan, pues ya lo dijo alguien “en esta vida no es más rico quien más dinero tiene, sino quien más amor recibe” y quiero decir que yo hoy por hoy SOY EL MÁS RICO DEL MUNDO.
Por fin mis sentidos despertaron del letargo obligado al que los tenía sometido, al que un día los mandé para dejar de sufrir, pero ahora comprendo ese sufrimiento no fue más que el preparatorio para el camino de amor y felicidad en el que hoy camino. Las garras que me arañaban se convirtieron en pétalos de rosa que acarician mi piel, al igual que haces cada vez que estamos juntos, las lágrimas se convirtieron en risas, como esas que suelto cada vez que me haces cosquillas o me besas por las zonas sensibles de mi cuerpo. Por todas estas cosas sé que siento, que ya no hay nada que me haga ver que no puedo disfrutar del amor y con ello también AMO. Y vivo por que me das las fuerzas para hacerlo, me marcas los pasos que he de dar para seguir el camino sin salirme, para no perderme en las tinieblas y la desesperación, porque tan sólo contigo late mi corazón.
Y un consejo para todo aquel que lea esto, si quieres vivir, amar y sentir no busques a un ser irreal de un cuento de hadas, busca un ser real que te haga vivir la vida real con sus mieles y sus sin sabores, porque será cuando descubras que en verdad el cuento de hadas existe y que eres tú quien lo va contando acompañado de la suave canción que saldrá de tu corazón.
Gracias amigo
Quizás no sepas nada de mí, no me conozcas lo suficiente como para poder denominarme como un amigo, pero siento que ya tú ya eres parte de ellos. Ya que día a día pierdes un pedazo de tu vida en sentarte a escuchar mi corazón.
No sé hasta que punto me entiendes en todo aquello que intento transmitirte, pero seguro que en cada línea nueva descubres un leve reflejo de ti mismo, de tu día a día, de tu vida en general. Puede que sólo veas mis escritos como los pensamientos que alguien lanza al viento mezcla de un grito desgarrador de auxilio y una explosión de sentimientos o puede que los veas como pequeños fragmentos de un corazón que muestra en cada uno de ellos uno de sus recovecos, sus resquicios más profundos.
No me da miedo asumir que con cada uno de ellos me muestro desnudo ante ti, que me quito mi armadura para que tú puedas conocerme tal y como soy, a ratos irónico, a ratos dulce, a ratos mimoso y otros melancólico, pero eso sí siempre el mismo. Siempre soy ese al que un día la vida le hizo daño al sentir que unos de sus mayores regalos le era arrebatado de las manos sin saber el por qué, el cómo ni el cuándo. Esa bofetada de la vida fue el sentirme traicionado por alguien a quien en su momento le entregue mi amistad incondicional.
Nunca fui bueno al dar las gracias, pero hoy intentaré hacerlo de la mejor forma que sé, con estas palabras que son pequeñas gotas de la sangre que me da la vida, con estas letras que escribo con la tinta de mi corazón y la pluma de mi alegría.
GRACIAS querido amigo porque de una forma incondicional y gratuita me das la vida, me das pie a quitarme la armadura que me asfixia para mostrarme tal como soy.
Me admites con mis defectos y me haces ver que también tengo virtudes.
No me importa de donde seas, ni cual es tu nombre, lo único que quiero saber de ti es que cuidaras la parte de mí que hoy te entrego. Y te digo Gracias por:
• Ser tal como eres.
• Dejarme ser tal como soy.
• Por cruzarte en mí camino.
• Por atender los gritos sordos de mi corazón herido.
• Por permitirme entrar en tu vida a través de estas líneas.
• Y LO MÁS IMPORTANTE TE DOY LAS GRACIAS POR EXISTIR.
Si y por que gracias a ti este espacio es posible, ya que con solo saber que hay
una persona que pierde cinco minutos en atender mis escritos ya me merece la pena seguir publicándolos. Y ya esa persona merece ser denominado MI AMIGO.
No sé hasta que punto me entiendes en todo aquello que intento transmitirte, pero seguro que en cada línea nueva descubres un leve reflejo de ti mismo, de tu día a día, de tu vida en general. Puede que sólo veas mis escritos como los pensamientos que alguien lanza al viento mezcla de un grito desgarrador de auxilio y una explosión de sentimientos o puede que los veas como pequeños fragmentos de un corazón que muestra en cada uno de ellos uno de sus recovecos, sus resquicios más profundos.
No me da miedo asumir que con cada uno de ellos me muestro desnudo ante ti, que me quito mi armadura para que tú puedas conocerme tal y como soy, a ratos irónico, a ratos dulce, a ratos mimoso y otros melancólico, pero eso sí siempre el mismo. Siempre soy ese al que un día la vida le hizo daño al sentir que unos de sus mayores regalos le era arrebatado de las manos sin saber el por qué, el cómo ni el cuándo. Esa bofetada de la vida fue el sentirme traicionado por alguien a quien en su momento le entregue mi amistad incondicional.
Nunca fui bueno al dar las gracias, pero hoy intentaré hacerlo de la mejor forma que sé, con estas palabras que son pequeñas gotas de la sangre que me da la vida, con estas letras que escribo con la tinta de mi corazón y la pluma de mi alegría.
GRACIAS querido amigo porque de una forma incondicional y gratuita me das la vida, me das pie a quitarme la armadura que me asfixia para mostrarme tal como soy.
Me admites con mis defectos y me haces ver que también tengo virtudes.
No me importa de donde seas, ni cual es tu nombre, lo único que quiero saber de ti es que cuidaras la parte de mí que hoy te entrego. Y te digo Gracias por:
• Ser tal como eres.
• Dejarme ser tal como soy.
• Por cruzarte en mí camino.
• Por atender los gritos sordos de mi corazón herido.
• Por permitirme entrar en tu vida a través de estas líneas.
• Y LO MÁS IMPORTANTE TE DOY LAS GRACIAS POR EXISTIR.
Si y por que gracias a ti este espacio es posible, ya que con solo saber que hay
una persona que pierde cinco minutos en atender mis escritos ya me merece la pena seguir publicándolos. Y ya esa persona merece ser denominado MI AMIGO.
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