Gracias amigo

Quizás no sepas nada de mí, no me conozcas lo suficiente como para poder denominarme como un amigo, pero siento que ya tú ya eres parte de ellos. Ya que día a día pierdes un pedazo de tu vida en sentarte a escuchar mi corazón.

No sé hasta que punto me entiendes en todo aquello que intento transmitirte, pero seguro que en cada línea nueva descubres un leve reflejo de ti mismo, de tu día a día, de tu vida en general. Puede que sólo veas mis escritos como los pensamientos que alguien lanza al viento mezcla de un grito desgarrador de auxilio y una explosión de sentimientos o puede que los veas como pequeños fragmentos de un corazón que muestra en cada uno de ellos uno de sus recovecos, sus resquicios más profundos.

No me da miedo asumir que con cada uno de ellos me muestro desnudo ante ti, que me quito mi armadura para que tú puedas conocerme tal y como soy, a ratos irónico, a ratos dulce, a ratos mimoso y otros melancólico, pero eso sí siempre el mismo. Siempre soy ese al que un día la vida le hizo daño al sentir que unos de sus mayores regalos le era arrebatado de las manos sin saber el por qué, el cómo ni el cuándo. Esa bofetada de la vida fue el sentirme traicionado por alguien a quien en su momento le entregue mi amistad incondicional.

Nunca fui bueno al dar las gracias, pero hoy intentaré hacerlo de la mejor forma que sé, con estas palabras que son pequeñas gotas de la sangre que me da la vida, con estas letras que escribo con la tinta de mi corazón y la pluma de mi alegría.

GRACIAS querido amigo porque de una forma incondicional y gratuita me das la vida, me das pie a quitarme la armadura que me asfixia para mostrarme tal como soy.
Me admites con mis defectos y me haces ver que también tengo virtudes.

No me importa de donde seas, ni cual es tu nombre, lo único que quiero saber de ti es que cuidaras la parte de mí que hoy te entrego. Y te digo Gracias por:

• Ser tal como eres.
• Dejarme ser tal como soy.
• Por cruzarte en mí camino.
• Por atender los gritos sordos de mi corazón herido.
• Por permitirme entrar en tu vida a través de estas líneas.
• Y LO MÁS IMPORTANTE TE DOY LAS GRACIAS POR EXISTIR.

Si y por que gracias a ti este espacio es posible, ya que con solo saber que hay
una persona que pierde cinco minutos en atender mis escritos ya me merece la pena seguir publicándolos. Y ya esa persona merece ser denominado MI AMIGO.






sábado, 1 de febrero de 2014

Nos hacemos falta

Nos hacemos falta:

Nos hacemos falta, no sé en que momento me dí cuenta de esa realidad pero es verdad, me haces falta. Quizás no lo supe en el momento que por cosas del destino nos conocimos, ni tras largas horas de conversaciones pero sí lo hice cuando cada día me sorprendía en algún momento pensando en ti, en cómo estarías.

 La vida aún tiene la capacidad de sorprenderme haciéndome ver que cuando ya no esperaba confiar en la bondad de las personas, en la pureza de los corazones apareces de la nada haciendo que se encienda en mi cara una sonrisa. Que se apaguen mis miedos, mis desconfianzas y se rompan las cadenas que amarran mi corazón para liberarlo y dejarlo asomarse a la realidad del mundo.

 Encontrándonos en nuestros caminos nos cruzamos un día sin saber aún muy bien cómo o por qué, compartiendo hasta el último de nuestros deseos. Viendo al poco tiempo las heridas de nuestras almas y acariciando con nuestras palabras las cicatrices de nuestros corazones.

 Quizás no deba culparte pero desde que te conozco eres un motivo para volver a sonreír, de mirarte absorto con la ilusión de volver a confiar en el resto de los mortales y de deberte mis fuerzas para intentar quitar mi armadura y mostrar al mundo mi yo real sin miedo a resultar dañado por nadie.

 Nos hacemos falta, somos dos seres que saben apreciarse, escucharse, que saben valorarse por lo que son y no por lo que la sociedad espera que sean. Nuestra complicidad nos une y hasta con el silencio nos decimos todo sin necesidad de más.

 Nada ha cambiado desde el primer instante, desde la primera palabra que nos unió y espero que nada cambie. Nunca me faltes ni te ausentes, y recuerda por lo menos a mí me haces falta, nos hacemos falta.