Gracias amigo

Quizás no sepas nada de mí, no me conozcas lo suficiente como para poder denominarme como un amigo, pero siento que ya tú ya eres parte de ellos. Ya que día a día pierdes un pedazo de tu vida en sentarte a escuchar mi corazón.

No sé hasta que punto me entiendes en todo aquello que intento transmitirte, pero seguro que en cada línea nueva descubres un leve reflejo de ti mismo, de tu día a día, de tu vida en general. Puede que sólo veas mis escritos como los pensamientos que alguien lanza al viento mezcla de un grito desgarrador de auxilio y una explosión de sentimientos o puede que los veas como pequeños fragmentos de un corazón que muestra en cada uno de ellos uno de sus recovecos, sus resquicios más profundos.

No me da miedo asumir que con cada uno de ellos me muestro desnudo ante ti, que me quito mi armadura para que tú puedas conocerme tal y como soy, a ratos irónico, a ratos dulce, a ratos mimoso y otros melancólico, pero eso sí siempre el mismo. Siempre soy ese al que un día la vida le hizo daño al sentir que unos de sus mayores regalos le era arrebatado de las manos sin saber el por qué, el cómo ni el cuándo. Esa bofetada de la vida fue el sentirme traicionado por alguien a quien en su momento le entregue mi amistad incondicional.

Nunca fui bueno al dar las gracias, pero hoy intentaré hacerlo de la mejor forma que sé, con estas palabras que son pequeñas gotas de la sangre que me da la vida, con estas letras que escribo con la tinta de mi corazón y la pluma de mi alegría.

GRACIAS querido amigo porque de una forma incondicional y gratuita me das la vida, me das pie a quitarme la armadura que me asfixia para mostrarme tal como soy.
Me admites con mis defectos y me haces ver que también tengo virtudes.

No me importa de donde seas, ni cual es tu nombre, lo único que quiero saber de ti es que cuidaras la parte de mí que hoy te entrego. Y te digo Gracias por:

• Ser tal como eres.
• Dejarme ser tal como soy.
• Por cruzarte en mí camino.
• Por atender los gritos sordos de mi corazón herido.
• Por permitirme entrar en tu vida a través de estas líneas.
• Y LO MÁS IMPORTANTE TE DOY LAS GRACIAS POR EXISTIR.

Si y por que gracias a ti este espacio es posible, ya que con solo saber que hay
una persona que pierde cinco minutos en atender mis escritos ya me merece la pena seguir publicándolos. Y ya esa persona merece ser denominado MI AMIGO.






martes, 17 de mayo de 2011

Que error tan grande he cometido para purgar mis pecados con tan tremendo castigo.
La vida tiene que ser ese algo maravilloso que nos incite a vivirla al máximo, disfrutando de cada momento como algo único e irrepetible pero por los designios del destino muchas veces te ves envuelto en su juego macabro. Jugando sin querer a la ruleta rusa con una pistola cargada con todas sus balas.

Cada una de ellas es una trampa mortal que te pone en la manos el diablo, para que así des el paso que des siempre le entregues tu alma y le dejes hacer con ella lo que le apetezca. Ahora veo que las cosas son como el quiere que sea, pero no quiero dejarme vencer, daré un puñetazo en la mesa y le lanzaré la pistola a los pies diciéndole  “Conmigo no juegues, que el último AS lo guardo en mi manga”.

Si esto es una prueba para ponerme contra la pared, yo tengo las herramientas para romper la pared y escapar. Pero antes me reiré de todo aquel que ahora lo hace de mí. No voy a darles el gusto de verme vencido y saliendo por la puerta de atrás sin pelear, sin dejarme todos y cada uno de mis sentidos en demostrar que ellos son los que están confundidos y que de ningún cobarde se escribió nunca nada. Ahora soy yo el que está sumido en las tinieblas de la duda y la desesperación, pero recordad que el que ríe el último es el que ríe mejor y más a gusto.

Quizás los que piensan como yo y no se atreven a decirlo sean los que antes caigan, ya que es mejor decirlo y ponerse una vez colorado que estar siempre a punto de explotar, es mejor que te vean venir de frente que estar siempre dando la espalda y salir corriendo como las ratas en un naufragio.

Dios como cuesta el afrontar cada día sabiendo que  las fuerzas te las dejas en la casa y que no puedes ni con las que aquellos que te quieren te ceden, como jode ver que la persona que eres se ve anulada, sumida simplemente a las sobras de lo que fuiste.

Pero llegará el momento que vuelva a ser yo y pise más fuerte que nunca.


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