Me dices que todos los días les das gracias a Dios por conocer a gente como yo, pero te diré un pequeño secreto, soy tal como soy gracias a que en mi vida hay gente como tú. Personas que me hacen ver que realmente sirvo para algo en esta vida, aunque tan solo sea para poder dejar mi hombro y convertirlo en el recipiente que recoge tus lágrimas.
Volviendo a lo realmente importante de este tema, no temas mi niña, no te encierres en pensar que el amor te dará la espalda (y si lo hace tócale el culo).
Sé que duele tener que decir adiós a esa persona, aunque sepas que va a regresar. Que el verte inmersa en la estela que dejó tras su partida son pequeños alfileres que se clavan en tu corazón, pero lo mejor que puede pasar y créeme es que existan esos momentos de soledad para los dos, que de verdad os deis cuentas en esos instantes de cuanto y como os necesitáis.
Disfruta de las menudencias de esa historia, porque solo así podrás admirar las magnitudes vividas con esa persona. Cada detalle saboréalo como si fuese el regalo más importante de esta vida, como si él dependiera el principio y el fin de tu existencia. Con ello no quiero decir que te entregues en cuerpo y alma (bueno sobre todo en alma), porque si lo haces será cuando estés perdida para siempre, cuando ya no exista salida posible a ese callejón en el que hoy te crees encerrada.
Vive cada momento como si fuera el primero que vives, pero disfrutándolo con la intensidad del ultimo. Porque realmente te lo mereces, mereces que esos momentos te los creas y los disfrutes. Y piensa que realmente tienes ese sol que brilla en el cielo y te acaricia la piel. Tal y como te dije no intentes atrapar sus rayos, disfruta de ellos mientras brillen, porque será cuando sin darse cuenta se vayan ellos mismos quedando atrapados poco a poco en ti.
Hay una estrofa de una canción que dice algo parecido a esto “igual que el perro cree que es libre mientras arrastra su soga al cuello” pues nena ya sabes quizás lo que suceda ahora sea eso, él se cree libre porque no ve la mano que mantiene agarrada su soga, pero poco a poco irá dándose cuenta de que esa soga está, de que esa mano también y que es la tuya.
Bueno espero que con esto te haya ayudado un poco más, sé que no puedo regresar las lágrimas vertidas a tu interior, pero también sé que esas lágrimas no son más que el fruto de un amor y por ello me alegro de que estuviera presente cuando salieron de tu corazón porque con ello pude crecer como persona, al ver que estaba hay cuando más me necesitabas.
Te dejo una de mis frases para terminar “las lágrimas que duelen no salen tus ojos y resbalan por tus mejillas, salen del corazón y arañan tu alma”
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